VIERNES SAGRADO

Hola a todos, ¿Cómo están? Soy Carlos Arias y hoy no es un viernes cualquiera.

Quizás muchos de nosotros la pasamos trabajando o estudiando, quizás hacemos ambas cosas con mucho esfuerzo y siempre siendo organizados. Piensa en un amigo o en una persona en este momento que tenga las características anteriores y que a pesar de tener una vida "monótona", siempre sonríe y nunca te olvida.
                             
 En realidad los "Viernes de Templo", no son exactamente un día viernes pero hasta un lunes puede convertirse en tu viernes. Viernes de comer Pringles, tomar una Corona frente al mar y cantar una canción desde el fondo de tu corazón y sin tener la necesidad de ser el mejor cantante del mundo.

Lo mejor de este día es ver la sonrisa de tus amigos o de alguien especial gracias a un chiste tuyo, no importa en realidad lo ridículo que puedas verte si la finalidad es ver todos los dientes y la mejor sonrisa en una cara. Para mí lo más especial es ver los ojos de alguien que disfruta de tu compañía y refleja en su pupila un "Gracias, hoy me olvidé de todo".


Un abrazo puede hacer que este día empiece bien, para mi los abrazos son el mejor reflejo de los sentimientos. Siento que te conectan directamente con alguien, es un "Te extraño así te haya visto ayer".

Le pregunté a una compañera de estos viernes sobre como definía a este día y me dijo: "Un voyage à un autre endroit",  que es "Un viaje a otro lugar". Un viaje donde nunca se acaba el buen humor y donde cada uno se siente muy especial, donde ya conoces a los que caminan contigo y sabes que a cada caída estarán junto a ti.

Este día tan especial, puede terminar en un gran escenario con música, luces y alcohol. Un lugar donde sólo seas tú mismo, donde puedas besar y abrazar sin temor. Donde cada canción te haga recordar a alguien y pienses, "Lo intenté y dí lo mejor de mi pero no siempre las historias terminan como uno quiere".

Al final del famoso "Viernes de Templo", se acaba saliendo a  las cinco de la mañana y tomando un taxi pensando en el trayecto lo mejor que te sentiste y lo afortunado que puedes sentirte por compartir este día con amigos que entienden tu alegría. O saliendo puedes ir a dormir con alguien que comparte todos esos viernes especiales, luego despiertas y estás feliz de haberle dicho toda la noche que nunca dejará de ser tu persona favorita.

Soy de las personas que cree que debemos de aprovechar y agradecer los buenos momentos que te pasan en la vida, porque luego puede ser demasiado tarde para darte cuenta lo feliz que fuiste.

  No está mal tener miedos, está mal dejar que los miedos decidan por tus sentimientos y por ti.